La New York Cheesecake, sola o con salsa de arándanos es una tarta de queso al horno, fácil y famosa donde las haya. Un postre con raices en la gran manzana que se ha convertido en uno de los postres favoritos de los americanos y de medio mundo. Este clásico americano tiene la consistencia cremosa y suave del queso, el crujiente de la galleta y el contraste dulce de frutos del bosque. Un final perfecto para cualquier comida...

1) Primero trituramos las galletas hasta que queden como polvo y después troceamos bastante los frutos secos. Una vez tengamos esto, derretimos la mantequilla en el microondas hasta que quede líquida.

2) Ponemos en un molde desmoldable (18 o 20 cm) las galletas, los frutos secos y añade la mantequilla y la vainilla. Asegúrate de que la vainilla y la mantequilla llegan a todas partes, y de que la masa que se crea quede bien compacta. Para eso aprieta con los dedos o con una cuchara. Una vez hecho esto forramos el molde con papel de aluminio tal y como ves en la fotografía de abajo.

3) Calienta el horno a 180 grados, y una vez alcanzada la temperatura, introduce el molde en el horno durante 10 minutos, para que se dore y endurezca la base.

4) Mientras, preparamos la crema de queso, así que bate los huevos con el azúcar, hasta que blanqueen. A continuación añadimos la nata, el yogur griego y el queso. Será necesario que batas esta mezcla con la batidora, pero hazlo con cuidado, procurando que coja la menor cantidad de aire.

5) Pasados los 10 minutos, retira el molde del horno, y baja la temperatura del mismo hasta los 150 grados. Vierte la crema de queso sobre la base de galletas que ya estará crujiente y pon el molde en alguna bandeja con hondura. Lo que haremos será ponerle un poco de agua, como un dedo de altura, ya que la tarta la hornearemos al baño maría. El papel de horno que pusimos al principio nos asegurará que no entre agua en la tarta.

6) Introdúcela en el horno a 150 grados y hornéala durante 1hora y 45 minutos. Una vez pasado el tiempo, apaga el horno, ábrelo un poco, y déjala enfriar dentro.

7) Una vez la tarta esté fría decórala con la mermelada y frutos que quieras para meterla en la nevera al menos dos horas más o hasta la hora de servir.

¡Y aquí está! Es más fácil de hacer de lo que parece, ¿verdad?

¡Buen provecho!